Cercana a Nietzsche, Freud y Rilke, su libertad refuerza el rol de musa inspiradora.
Nacida en San Petersburgo fue una conocida escritora y psicoanalista dentro de los círculos intelectuales de la Europa de finales del siglo XIX.
En 1880, Lou viajó a Zúrich con su madre donde cursa estudios de dogmática e historia de la religión en la Universidad. Dos años después se traslada a Roma donde conoce a Paul Rée y a Friedrich Nietzsche, con quienes establecería una relación profunda y tormentosa. Sus viajes y estudios continuaron, hasta que en 1887 conoce a Carl Friedrich Andreas, con quien contrae matrimonio hasta la muerte de él en 1930. Sin embargo, se dice que siempre vivieron en casas separadas, y que, además, Lou mantuvo relaciones con otros hombres durante toda su vida.
Salomé fue la primera en publicar estudios sobre la obra de Nietzsche, seis años antes de la muerte del filósofo, quien le pidió matrimonio. El rechazo a la propuesta y el desencanto que en Nietzsche provocó su desamor, parece haber influenciado en el Así habló Zaratustra.
En 1897, Lou conoció al escritor Rainer Maria Rilke (15 años menor), con quien mantuvo una relación amorosa durante muchos años. Su relación siempre osciló entre el amor, la amistad, la admiración, y un vínculo creativo muy profundo que se expresa en las cartas y la correspondencia que intercambiaron. Incluso, le enseñó ruso a Rilke, para leer a Tolstói y a Pushkin.
En 1911, conoció a Sigmund Freud e ingreso en el universo del psicoanálisis, logrando ser la única mujer aceptada en el Círculo Psicoanalítico de Viena. Murió en 1937, a los 76 años de edad.
Su pensamiento fusionó el psicoanálisis freudiano con la filosofía de Nietzsche y sus estudios se centraron, principalmente, en el narcisismo y en la sexualidad femenina.
