Libro
Esperón, J. P. Ed. (2023). Acontecimiento y Pandemia. Ensayos filosóficos para pensar la pandemia del COVID-19 y reflexionar sobre sus consecuencias. Ed. UNLaM, 2023 (pdf completo)
INTRODUCCIÓN. Acontecimiento y Pandemia. Marco teórico y problemas que aborda esta obra.
Por: Dr. Juan Pablo Esperón (CONICET, CEF/ANCBA, USAL, UNLaM).
La noción de acontecimiento emerge en la filosofía contemporánea como uno de los aportes centrales para comprender e interpretar la realidad si ésta es definida a partir de la novedad, la singularidad y la contingencia. Así J. C. Scannone[1] sostiene en un artículo titulado “Un nuevo pensamiento para otro mundo posible” que en la historia de la filosofía occidental se puede advertir un doble giro crítico que da lugar a un nuevo modo de comprender la realidad. El primero de estos giros, el kantiano, hace una crítica de la metafísica y de las condiciones de posibilidad del conocimiento, pero sigue comprendiendo la realidad a partir de rasgos metafísicos, al concebir al ser del ente como principio (arkhé), cuyas notas distintivas son la identidad, la universalidad, la trascendentalidad y la fundamentación; sintetizadas en el Ego trascendental (Kant) o en el saber absoluto (Hegel). El segundo giro, el “giro lingüístico-hermenéutico”, es, al entender de Scannone, superador del giro copernicano: aunque sin renunciar a la criticidad “ya no renuncia sólo a la absolutización del objeto, aplicando a la razón unívocamente las categorías del entendimiento, sino que, además, abdica también de la auto-absolutización del mismo sujeto (trascendental) mediante la renuncia a su voluntad de poder y de querer (Heidegger)”.[2]
De este modo, Heidegger postula e introduce de una manera novedosa para la filosofía la noción de Ereignis (acontecimiento) en 1935 cuando escribe los Beitrege zur Philosophie (Aportes a la filosofía). En esta obra, Heidegger, busca encontrar una dimensión originaria y diferente para pensar al ser y su relación con el ente y el Da-sein, alternativa al modo de fundamentación de la historia de la metafísica que él denomina onto-teo-lógica. Mientras esta última lógica formula y aplica reglas para fundamentar y justificar la totalidad de lo ente en relación a su ser, Heidegger pretende abrir un nuevo camino para pensar al ser, al tiempo y su relación con los entes y el hombre (Da-sein). Se trata de eludir o postular una nueva manera de pensar la realidad por fuera, o mejor aún, sorteando los límites rígidos establecidos por el paradigma cientificista, por un lado; pero también los límites del paradigma trascendente/teleológico, por otro lado.
Deleuze, por su parte, retoma la noción de acontecimiento que postula Heidegger, pero la aborda desde otra perspectiva. Para Deleuze el acontecimiento es siempre problemático. Un problema es una disrupción, una dislocación del orden o del estado de cosas que produce movimientos y respuestas;[3] entonces, los problemas no pertenecen al ámbito de los hechos sino “al orden del acontecimiento”[4]. Los hechos no son por sí mismos problemáticos, aun cuando presenten características terribles, monstruosas o dolorosas. “El modo del acontecimiento es lo problemático. No debe decirse que hay acontecimientos problemáticos, sino que los acontecimientos conciernen exclusivamente a los problemas y definen sus condiciones”.[5]
Por su parte, Žižek define al acontecimiento como “algo traumático, perturbador, que parece suceder de repente y que interrumpe el curso normal de las cosas; algo que surge aparentemente de la nada, sin causas discernibles, una apariencia que no tiene como base nada sólido”[6]. En todo acontecimiento hay, según esta aproximación una ruptura del curso natural o normal de las cosas, algo inexplicable desde el saber anterior, un “efecto que parece exceder sus causas”, “un suceso que no está justificado por motivos suficientes”[7]. Desde esta perspectiva, el acontecimiento remite a “la aparición inesperada de algo nuevo, que debilita cualquier diseño estable”[8]
Ahora bien, si el posible acontecimiento pudiera definirse a partir de las características anteriores, ¿podría ser conocido o comprendido? La novedad, la singularidad y la contingencia del acontecimiento ¿no harían imposible su aprensión y comprensión, ya sea por las ciencias o por las filosofías?
Resulta evidente, a partir de estas primeras aproximaciones, que utilizando términos distintos, pero apuntando un problema semejante, diversos autores contemporáneos han tratado de comprender el problema del acontecimiento desde un punto de vista filosófico. Se trata de pensar lo que por definición escapa a cualquier conceptualización. Tal vez, por esta razón, Heidegger y Deleuze, entre tantos otros pensadores hayan buscado delimitar un régimen de verdad no científico para pensar el acontecimiento.
Ahora bien, los filósofos y ensayistas que desde enero de 2020 se han interesado y preocupado por pensar la pandemia del COVID-19 e interpretar sus posibles efectos, no coinciden en sus evaluaciones. Algunos sostienen que no hay nada nuevo, que se trata de algo que tiene antecedentes en el pasado que se repite en el presente y que esto no va a dar lugar a un cambio en la temporalidad, en el sentido o en la estructura del orden global. En base a esta discrepancia radical entre los filósofos contemporáneos respecto a pensar la coyuntura actual de la pandemia y sus consecuencias, es que el presente libro se torna relevante. Entonces, este texto se propone problematizar y brindar elementos para reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Qué es el acontecimiento? La pandemia del COVID-19, ¿puede ser considerada un acontecimiento? Pero, si el acontecimiento rompe con todo horizonte de comprensión anterior, ¿es posible encuadrarlo en los marcos teóricos utilizados hasta el momento? ¿No se vuelve toda teoría estéril frente a la irrupción del acontecimiento? ¿Cómo se vinculan las filosofías contemporáneas con la irrupción de la “novedad”? En este sentido, los ensayos que componen este libro se articulan a partir del siguiente hilo conductor: la noción de acontecimiento aborda desde las posiciones teóricas de Heidegger, Deleuze y Žižek aporta elementos relevantes desde el campo filosófico para comprender la pandemia del COVID-19, por un lado; e interpretar los efectos que produce, por otro lado.
En el primero de los ensayos que componen esta obra Juan Pablo Esperón, Ricardo Etchegaray, Esteban Barrios y Rosana Gallafent buscan plantear cuatro cuestiones centrales: en primer lugar caracterizar la noción de acontecimiento con anclaje en las filosofías de Heidegger, Deleuze y Žižek; por otro lado, hacer un recuento de algunas posiciones teóricas relevantes que los pensadores posfundacionalistas, al decir de Marchart,[9] han hecho sobre las implicancias sociales, políticas y filosóficas sobre la pandemia del COVID-19. En tercer lugar, enmarcar estas posiciones respecto al planteo y problematización del acontecimiento. Para, en un cuarto momento, con los elementos anteriores expuestos, brindar elementos para que el lector pueda responder las preguntas planteadas anteriormente.
En el segundo de los textos, Mateo Belgrano sostiene que la pandemia ha sido no solo viral, sino también visual. Desde el inicio de 2020, hemos sido bombardeados por miles de imágenes de médicos, mascarillas, tumbas, hospitales y más. Según la filosofía de Heidegger, el plano ontológico es lo que hace posible lo que sucede en el plano óntico y fáctico de los entes. Pero, ¿dónde está el acontecimiento de la pandemia? ¿Cómo se manifiesta en la realidad? El término alemán para el acontecimiento es Ereignis significa “poner ante los ojos”. Un acontecimiento, para actuar como tal, precisa de la mediación de la imagen. La imagen no es solo un reflejo del suceso, sino que también es un protagonista de la historia, instituyendo su sentido y afectando su curso. Para que el virus se torne real, es necesario que se manifieste. Como sostiene Uwe Fleckner, no se trata de la imagen de un acontecimiento (Ereignisbild) que muestra algo ajeno al artefacto visual, un mero testimonio de un suceso, sino de un acontecimiento icónico (Bildereignis), el Ereignis es mediado por lo visual.
En el tercer ensayo y en sintonía con el trabajo previo, Alejandro Peña Arroyave y Ezequiel Curotto plantean una reflexión del acontecimiento del COVID-19 analizado desde el ámbito de la técnica para proponer de qué manera en la pandemia se ha dado un morir sin morir ya que el cuerpo fue sustituido por un fantasma, por la imagen. El capítulo presenta dos momentos. En el primero se analiza, principalmente a la luz del pensamiento de Heidegger, Anders, Sloterdijk, Groys y algunos autores del cosmismo ruso, la idea de un desarrollo técnico que ha ido matando el cuerpo para convertirlo en imagen como promesa de una nueva forma de inmortalidad. En la pandemia y nuestra experiencia de reclusión en la distancia de lo virtual se habría comprobado de qué manera ya habitamos esa nueva subjetividad preparada por la técnica. La segunda parte del texto explicitará esta hipótesis desde el pensamiento deleuziano, en la que los autores arriban a la “ontología” misma de la imago-fantasma como acontecimiento de sentido, en que se pervierte el dualismo identitario para dar lugar a pasos de frontera, desterritorializaciones, donde es posible hablar de un devenir imagen como trasfondo de un matar, sin matar, el cuerpo.
En el cuarto trabajo Mauro Guerrero reflexiona en torno a la pregunta sobre cómo han vivido nuestros cuerpos la puesta en práctica de las reglamentaciones de distancia física durante el contexto de la pandemia del COVID-19. Con el apoyo en algunos textos puntuales de la tradición fenomenológica, Guerrero busca abrir marcos de comprensión para dos situaciones que se volvieron típicas: En primer lugar, los encuentros interpersonales mediados por máscaras y “distanciamiento social”; y, en segundo lugar, la experiencia de los otros mediada predominantemente por artefactos tecnológicos. Los ejes vertebradores del análisis serán el tema del cuerpo y el contraste del par cercanía-lejanía. En este sentido, Guerrero primeramente, presenta el enfoque de Ser y tiempo en torno a la espacialidad del Dasein para obsrvar hasta qué punto puede contribuir a la comprensión de las situaciones enunciadas. En segundo lugar, muestra cómo algunos análisis de Husserl en torno al cuerpo propio abren el camino para compensar la deficiencia de la primera perspectiva. En tercer lugar, se consideran estas situaciones a la luz de algunos estudios fenomenológicos sobre el mundo familiar y extraño. Esto permitirá, en último término, hacer una consideración final sobre la pandemia como acontecimiento.
En el quinto ensayo, Augusto Romano busca reflexionar acerca del Acontecimiento y los procesos de subjetivación. En un cruce entre Filosofía y Psicoanálisis, se interroga en qué sentido se podría pensar el fenómeno de la pandemia del COVID 19 como un Acontecimiento. Para ello se hacen referencias a Martín Heidegger, Slavoj Zizek y a Jacques Lacan. Desde Heidegger la pregunta a considerar es ¿Cómo vincular el esenciarse del ser con los sucesos que ocurren en el cruce entre la naturaleza y la cultura? Y más aún, ¿Cómo articular ese esenciarse con el tema convocante de la pandemia del COVID 19? Para este filósofo el Acontecimiento principal se inicia y se produce desde el mismo ser que convoca a la experiencia de su esenciarse en la historia, de manera que el Dasein es aquel que en la escucha de ese llamado puede vivenciar el Acontecimiento como propio. Por su parte Zizek, propuso distintas formas que asume el Acontecimiento. Tres instancias generales, tres Acontecimientos filosóficos y tres del Psicoanálisis. Este trabajo recorre todos estos caminos, pero pone su énfasis en debatir a partir de una perspectiva psicoanalítica. En efecto, Zizek propone tres Acontecimientos del Psicoanálisis, tomados a partir de la tríada lacaniana: lo Imaginario – lo Simbólico y lo Real. Respecto de lo Imaginario, el autor sólo menciona el punto de las apariencias, de los sueños, pero omite que lo imaginario es el Acontecimiento de la constitución del yo. Al respecto, este trabajo introducirá los conceptos de extimidad y sublimación para abordar la complejidad del proceso de subjetivación en orden a ubicarlo en el curso acontecimental. Por otra parte, en relación a lo real, para el esloveno el acercamiento a él revela lo mortífero de Dios, de modo que es preferible el abandono ya que no hay representación alguna que pueda hacerse de lo real. En este punto, este trabajo también confronta con la concepción de lo real, debido a que, para Lacan, lo “Real” no es simplemente lo extraño, lo misterioso o desconocido, sino que el encuentro con lo Real, en tanto el Acontecimiento disruptivo por excelencia, al igual que el ser en Heidegger, surge a partir de la entrada al significante. Por último, el Acontecimiento no se produce ni afuera ni adentro del sujeto sino en el “entre” de la relación entre sujeto y subjetivación. La pandemia, en tanto adquiera el lugar del acontecer, también se ubica en ese “entre” devenir en el que se diferencian modos subjetivos singulares y efectos de subjetivación colectivos.
Por último, en el sexto ensayo que compone la obra, Juan Solernó expone la naturaleza del fenómeno del COVID-19 en términos de lo que el filósofo español Daniel Innerarity denominó como “acontecimiento pandemocrático”. Tomando esta expresión, el texto desglosa estas dos nociones explicitando primeramente qué debemos entender por “acontecimiento”; para luego, dividir la palabra “pandemocrático” y abordar sucesivamente el “pan” y lo “democrático”. El análisis de la noción de acontecimiento tal como la entiende Innerarity se conecta tanto con el fenómeno como con el pensamiento de lo complejo, los cuales caracterizan el mundo y el modo en el que vivimos. El tratamiento de lo que atañe a todos (“pan”) se traduce en un llamado a la gobernanza global frente a los problemas que atañen a toda la humanidad. La atención a la forma de gobierno democrática durante y luego de la pandemia sirve para resaltar las virtudes de la democracia y defender su supervivencia. Por último, el escrito culmina con los aprendizajes y nuevos desafíos madurados a partir de la crisis sanitaria mundial.
[1]Scannone, J. C. (2010). “El nuevo pensamiento y el otro comienzo”, en: Scannone, J. C. (comp.), Un nuevo pensamiento para otro mundo posible. Córdoba: Editorial de la Universidad Católica de Córdoba, p.10.
[2] Ibid., p. 12.
[3] Cf. Colebrook, C., Understanding Deleuze, Australia, Allen & Unwin, 2002, p. XXXIV.
[4] Deleuze, Gilles, Diferencia y Repetición, Buenos Aires, Amorrortu, 2002, p. 286. En términos de Kant el problema es trascendental, concierne a las condiciones de posibilidad del conocimiento de los fenómenos. En términos de Heidegger el problema es ontológico: concierne a la diferencia entre los entes y el Ser. En términos de Foucault el problema es la disrupción o la discontinuidad entre los dispositivos.
[5] Deleuze, G., Lógica del sentido, Barcelona, Paidós, 1989, IX serie, p. 73.
[6] S. Žižek, Acontecimiento, Madrid, Editorial Sexto Piso, 2014, p 16.
[7] Cf. S. Žižek, Acontecimiento, Madrid, Editorial Sexto Piso, 2014, p 17.
[8] S. Žižek, S. Acontecimiento, Madrid, Editorial Sexto Piso, 2014, p 18.
[9] Marchart, O. El pensamiento político posfundacional. F.C. E, 2009.